En un encuentro épico, Rafa Nadal demostró una vez más por qué es uno de los grandes del tenis al vencer a Mariano Navone en un maratón de cuatro horas. El español se impuso con parciales de 6-7(2), 7-5 y 7-5, logrando así su pase a las semifinales del Nordea Open de Bastad. Esta victoria marca su primera aparición en unas semifinales desde Wimbledon 2022, un claro indicio de que el manacorí está retomando su mejor forma.
El partido, jugado en la tierra batida sueca, fue un desafío físico y mental para ambos jugadores. Nadal, conocido por su tenacidad, tuvo que remontar después de perder el primer set en el tie break. El segundo set también fue una batalla cerrada, pero Nadal logró imponerse, forzando un tercer set igualmente disputado.
Desde 2009, Nadal no había disputado un partido a tres sets tan largo, lo que subraya la intensidad del encuentro. En la penúltima ronda, Nadal se enfrentará al croata Duje Ajdukovic, número 130 del mundo, quien ha demostrado ser un rival digno al vencer a Alejandro Moro en las fases previas.
Navone, un especialista en tierra batida, comenzó el primer set con una ventaja significativa, aprovechando los errores de Nadal. Sin embargo, el español mostró su resiliencia habitual, cambiando la dinámica del juego y luchando hasta el último punto. A pesar de ceder el primer set en el tie break, Nadal no se dejó abatir y respondió con una sólida actuación en los sets siguientes.
El segundo set comenzó favorable para Nadal, quien logró un break temprano. No obstante, Navone no se dio por vencido y recuperó el terreno perdido, llevando el set a un emocionante desenlace en el que Nadal finalmente prevaleció.
El tercer set fue una verdadera montaña rusa. Ambos jugadores intercambiaron breaks y demostraron un nivel de resistencia impresionante. La rotura en el quinto juego parecía decisiva, pero Navone luchó hasta el final, forzando a Nadal a apurar hasta su último turno de servicio para cerrar el partido.
Nadal resumió perfectamente la naturaleza del encuentro: «Por momentos tuvo el control él; por momentos tuve el control yo. Al final nadie tenía el control. Esa es la verdad». Esta frase encapsula la lucha equilibrada y la intensidad de un partido que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos.
Mariano Navone, actualmente número 36 del ranking ATP, fue un adversario formidable. Este año, el argentino ha alcanzado las finales en Río de Janeiro y Bucarest, y las semifinales en Marrakech, acumulando 14 victorias en tierra batida. Sin embargo, la experiencia y el coraje de Nadal fueron determinantes para asegurar la victoria en Bastad.
El duelo contra Navone fue una prueba crucial para Nadal, quien busca recuperar su mejor forma de cara a los Juegos Olímpicos de París. Con un récord de 10-5 esta temporada, Nadal está acumulando valiosas horas en la pista, afinando su juego y preparándose para los desafíos futuros.
Una batalla desde el principio
El partido comenzó con un quiebre en el servicio de Nadal, quien mostró algunos fallos iniciales. Sin embargo, rápidamente ajustó su estrategia, recuperando terreno con una derecha paralela efectiva y logrando el contrabreak. La dinámica se volvió más favorable para Navone, quien llegó a estar 1-4, pero Nadal no cedió y comenzó a presionar más, igualando el marcador y llevando el set a un tie break, donde Navone se impuso 2-7.
Sets de ida y vuelta
En el segundo set, Nadal arrancó con un break y lo consolidó con una remontada impresionante, alcanzando un 3-0. A pesar de los errores que permitieron a Navone recuperar terreno, el español mantuvo su compostura y cerró el set a su favor.
La tercera manga fue un auténtico vaivén. Nadal comenzó en desventaja, pero recuperó su nivel y logró igualar el marcador. A pesar del cansancio, ambos jugadores peleaban cada punto con tenacidad. La remontada final de Navone llevó el marcador a 5-5, pero la determinación de Nadal le permitió asegurarse una victoria muy disputada.
Esta victoria es una muestra del espíritu combativo de Nadal y su capacidad para superar los desafíos más difíciles. Con su lugar en las semifinales asegurado, los aficionados esperan ver más de su magia en la cancha.
